martes, 5 de marzo de 2013

Muerte de Arturo Reyes



Málaga 17 (8,40 noche) 

Casi repentinamente, pues hasta el sábado hizo su vida habitual, ha fallecido el popular escritor malagueño Arturo Reyes, á consecuencia de un cólico hepático. Al circular la noticia por la ciudad ha producido general sentimiento, pues Reyes era admirado y querido sinceramente por sus paisanos.

Arturo Reyes era uno de los literatos españoles más estimados actualmente. Desde que publicó su novela Cartucherita consiguió un sólido prestigio, que fué cimentándose con producciones posteriores. 

Fué Reyes un escritor regional que sentía y amaba con intensidad la tierra y los hombres de Andalucía.

Como Pereda, como Blasco Ibáñez, como Macías Pícaivea, el novelista que acaba de morir consagró toda su labor artística á reproducir el paisaje de su región y las pasiones y caracteres de sus hombres. Y lo supo hacer con aquella exactitud propia sólo de los escritores de gran talento que ven el natural tal como es y lo trasmiten al libro espontánea y sinceramente.

Al publicarse Cartucherita, novela que pasa entre toreros, los principales críticos de España elogiaron extraordinariamente esa producción, y Arturo Reyes, ignorado hasta entonces, pasó á ocupar uno de los principales puestos en la literatura. No cesó de trabajar desde entonces ni un solo momento, y en la hoja literaria de nuestro periódico escribía continuamente primorosos cuentos de una encantadora amenidad.

Fué también un notabilísimo poeta, que supo llevar á sus estrofas todo el vigor y la intensidad emotiva de la escuela andaluza. Particularmente en sus romances moriscos alcanzó su musa el esplendor y la lozanía que solamente consiguen los privilegiados del arte.

Como hombre era de una modestia sincerísima, que, aunque muy simpática por ser poco vulgar, le perjudicó bastante en su profesión literaria.

Enemigo de figurar y de solicitar favores, vivió Arturo Reyes apartado de toda relación literaria, «cultivando su huerto» y ajeno á todas las intrigas y mezquindades del mundo de los escritores, donde se cotizan los valores artísticos como en una bolsa donde abundan los agios.

La pena por la muerte del insigne autor de Cartucherita, La goletera, Del Bulto á la Coracha y de otros muchos libros, no puede ser exclusiva de los malagueños, pues Arturo Reyes era estimado en lo mucho que valía por todos los españoles de buen gusto.

3 comentarios:

Pepa dijo...

¿Sabes Jessica que me siento apenada de que Arturo Reyes haya muerto?

Vuestro blog es como un gran libro por entregas que como todas las historias tienen un final. Vuestras publicaciones le dieron la vida y espero que el final no haya llegado aún.

Arturo Reyes murió hace 100 años y actualmente es una figura olvidada.

Quiero daros las gracias porque vosotr@s lo habéis rescatado del olvido y le habéis de nuevo dado sentido a una vida centenaria que nadie recordaba, solo vuestro profe. Y gracias a vuestro esforzado trabajo, siempre al pié del cañón

He recomendado vuestro blog siempre que he podido porque creo que es un trabajo excelente, con posibilidades para un proyecto futuro, el que toda esta información pudiera cobrar vida en un libro.

Saludos y felicidades!!

Quizás yo pueda enviaros sus poesías y publicarlas si quereis. Bueno si necesitais algo para vuestro blog que yo pueda compartir con vosotr@s estaré encantada

JLG dijo...

Pepa, muchísimas gracias por tus palabras, tu constante apoyo y tu ofrecimiento. El final, efectivamente, no ha llegado aún: hemos rastreado la presencia de Arturo Reyes hasta 1914, un año después de su fallecimiento. En cualquier caso, el blog seguirá mientras Google lo mantenga y el curso que viene se puede pensar en aumentar el contenido.

Muchísimas gracias otra vez y un saludo.

Pepa dijo...

Jose Luis: Me gustaría saber si sería posible de alguna forma encontrar su primer cuento: "Conchita la burrera". En sus biografias siempre aparece y parece ser que lo publicó por entregas en "El Correo de Andalucía" - Juan José Relosillas- pero jamás he podido leerlo.

Sabes que en su vida hay muchas preguntas sin respuestas, muchas incógnitas por resolver, muchos enigmas por descubrir.

Si quieres alguna vez podeis venir a casa y ver los recuerdos que tenemos de él en casa.

Existe un archivo familiar con sus cartas y la de mi abuelo Adolfo, su hijo, otro importante escritor malagueño, más desconocido aún que su padre a pesar de todo lo que hizo durante su vida tanto no sólo como escritor sino como conservador y propagador de la cultura arábigo andaluza.

Padre e hijos unidos por la misma pasión pero con estilos completamente diferentes

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